Tuesday, April 19, 2011

Febrero 2011 - Viaje a Sudamerica



Este fue un viaje que no planeé, bueno, al menos no el itinerario final que armé con desgano, a ultima hora, y en conocimiento de lo dificil que iba a ser. Ir a Sudamerica desde Australia es una travesia a la que nunca me voy a acostumbrar, y mas aun si lo haces desde la costa oeste. Mi pasaporte estaba por llenarse y necesitaba cambiarlo ya, de otra forma no podria estar disponible para ningun viaje al extranjero, y eso es un lujo (suena gracioso, pero no viajar estos dias es un lujo para mi) que no me puedo permitir. Averigue como hacer el cambio de pasaporte desde Perth, y recibi una respuesta burocratica, en un pais donde esto es casi inexistente: señor Moreno, su pasaporte nuevo lo tendria en… digamos, tres meses; solamente llene esta forma y solicitamos una cita con la Consul… a ver, ella no lo puede recibir este viernes (solo recibe viernes), ni el proximo, ya que tiene una serie de viajes al interior… ya, entonces hacemos una cita para de aqui a tres semanas mas, ya? No se si tanto “ya” o la sensacion de estar siendo mecido, me dio nauseas y solo pude decir gracias. Entonces surgio este viaje de trabajo a Chile y me propuse darme una escapada a Lima para hacer el tramite ahi mismo. Y ahi estaba yo, planeando la ruta mas conveniente, y dias mas tarde, saliendo de Perth, con rumbo a Sudamerica.
De Perth a Sydney se toma un vuelo que le dicen “red eye” que vuela toda la noche y llega a destino por la mañana, listo para salir a Auckland, y de ahi directo a Santiago. Sumado a esto, mi nuevo itinerario me llevaba, tras una espera de 8 horas en Santiago, a mi ciudad natal, Lima. En el trayecto ocurrieron demasiados incidentes, saliendo de Sydney la barra del remolcador se rompio y tuvimos que ir nuevamente a revision, dos horas de espera. Y a la salida de Santiago para Lima, un panel electronico se averio lo que costo tres horas mas de espera. Sentado en el Lounge de Lan, tomando un Drambuie, pensaba en mi ciudad, en que me iba a encontrar, si mi tramite iba a ser expedito, si no me alcanzaria el tiempo, si tendria tiempo de ver a la familia…
En Jorge Chavez, me esperaba mi cunado, a quien hice trasnochar, mi vuelo en vez de llegar a las 11pm llego a las 2am. Le estoy muy agradecido, porque en ese momento, tras casi 40 horas de viaje, lo unico que queria era a alguien familiar que practicamente me traslade como bulto a descansar.

Nos levantamos temprano, dormimos algo de 4 horas para ir a hacer cuanto antes el tramite del pasaporte, el cual felizmente fue muy rapido. Al estar la oficina de migraciones en el ovalo Gutierrez, aproveche de dar una vuelta de reconocimiento a ese barrio que me vio crecer, vi mi Parque Dammert, entre al pasaje que me llevaba hasta la puerta de la casa familiar, toque el timbre… no hay nadie; ahi ya no hay nadie, solamente el espiritu de esa unica familia que habito ahi por mas de 30 años.      Me encontre con Maria, la señora que vende fruta en el ovalo, la abrace y le di un beso y le compre fruta para mi mama. Recogi mi pasaporte nuevo. Mezcla de sentimientos y pensamientos, casi una añoranza. Llame a mi mama, a mis suegros, quedamos en almorzar chifa. Un almuerzo lleno de risas, recuerdos, y sabores conocidos, sonrisas familiares, sensaciones que no experimentaba desde tiempo atras. Luego el reloj, implacable, mostrando que ya era hora de partir. Abrazos, lagrimas y promesas de volver pronto. Y de ahi, nuevamente al aeropuerto, en el Lounge Sumaq, tomando uno de los mejores pisco sours que he probado, a leer el cumulo de correos de trabajo que habia que atender. Y por supuesto, una semana de trabajo duro en ciernes. Pero me dije que estas 14 horas que pase en mi Lima fueron totalmente provechosas.
El viaje de trabajo no merece mucha mencion, aparte de resaltar la magia que tiene el desierto de Atacama. Ir a esta mina es para mi como rutina, pero hablar mi idioma, ver caras conocidas, buenos amigos algunos,  es reconfortante, y hasta hace que lo dificil del proyecto sea llevadero y el cansancio acumulado y el jet-lag se minimice. Consegui mis objetivos y la visita a la mina fue exitosa.
Sin embargo, el tramo de vuelta sufrio un cambio de ultima hora: una reunion de trabajo en Brisbane, lo cual me desvio y atraso mi llegada a casa en un dia. Y es asi que llegue a Brisbane a las 7 am y a las 9 am estaba en la reunion. Ya al final del dia, tome el vuelo directo a Perth, otras 5 horas de viaje. Un beso de buenas noches y una sensacion rara, como de surrealismo, me acompaño hacia un sueño profundo, luego de 10 dias fuera. Al dia siguiente, mi cama, Juani, Sebas, mi casa. Mi hogar.

1 comment:

  1. Me gusto mucho Pepe , interesante, me gustan las lecturas de viajes y tu escribes muy bien

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